A principios de temporada los Miami Heat aún debían 75,9 millones de dólares a Chris Bosh. Y por descontado que el ala-pívot se los embolsará hasta el último céntimo. Pero no será su franquicia la que pague «todo el pato».
Existe un seguro, una póliza, por la cuál, ante situaciones como la de Bosh de baja indefinida o cuasi indefinida, sus equipos pueden salvaguardarse de ese gran desembolse económico sin rédito alguno. Estima la normativa, que en caso de que un jugador se pierda 41 partidos consecutivos, dicho seguro entre en acción. Bosh se perdió los 29 últimos partidos de temporada regular; sumados a los 12, con el del sábado ante los Wizards, de la presente, hacen los 41.
Dicho seguro funciona del siguiente modo. Reembolsa el 80% de la cantidad garantizada al jugador hasta un máximo de 175.000 dólares por partido. Con el contrato que tenían firmado Bosh (23,7 millones este curso), les sobra para llegar a ese tope por encuentro. Y el contrato del forward concluía en la temporada 2018-19. Es decir, aún quedarían 234 hipotéticos choques de regular season por delante.
Una premio de lotería
Albert Nahmad, de Heat Hoops y experto en la normativa salarial de la NBA, ha hecho los cálculos pertinentes. Los Heat se podrán ahorrar la nada irrisoria cantidad de 41 millones de dólares. Más de la mitad de lo que aún se le debe al ex miembro de su Big Three que tantas noches gloriosas de baloncesto les (nos) regaló.
Decididamente, a Pat Riley no le va a salir caro del todo la fría jugada de prescindir del talentoso ‘1’ que aún no renuncia a coger un último tren de vuelta a la mejor liga del mundo.