Houston es dueño de la mejor racha activa de la NBA. Sus siete victorias seguidas, la última anoche ante los 76ers (107-91), permiten a los Rockets seguir terceros del Oeste con un balance de 40-25, para 41-25 de Philadelphia, cuarto del Este. Recuerden cómo empezó el curso para Houston, en las profundidades del Oeste, y cómo va ahora, cada vez más entonados, peligrosos los texanos. Nadie quiere cruzarse al cuadro de Mike D’Antoni en playoffs.
Harden, otra vez el mejor
Y van tantas veces… James Harden firmó 31 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias para, acompañado de Clint Caplela, lanzar a los Rockets hacia la victoria. El pívot suizo firmó 18 tantos, 9 rebotes y 4 robos; Eric Gordon, 17 puntos y 5/9 en triples, completó la tarea. El trabajo de Harden llegó sobre todo en la primera mitad, que cerraba ya con 20 unidades, 5 rebotes y 4 asistencias. Para entonces, Houston ya había hecho camino y abierto una distancia que los 76ers nunca podrían eliminar (59-44). Y no solo eso, sino que la desventaja visitante creció más en el tercer cuarto, por si quedaban dudas de qué escuadra se iba a llevar la velada (87-65).
Philadelphia, que llegó a perder por 24 puntos, vio resentida otra vez su rotación porque finalmente Joel Embiid, cuya vuelta se apuntó como posible para este viernes, causó baja. Sin Boban Marjanovic, las dos bajas debilitaron el juego interior de los de Brett Brown. Ben Simmons, 15 puntos, 9 rebotes y 10 asistencias, rozó el triple-doble y Tobias Harris, 22 puntos, se convirtió casi en el único que tuvo la mira acertada de verdad, al menos desde el triple, pues su 2/4 en el perímetro es lo único salvable desde esa distancia para unos Sixers que firmaron 3/26, con J.J. Redick en 1/9.
Philadelphia, dos derrotas seguidas y 5-5 reciente, ve cada vez más amenazada la cuarta posición por el empuje de los Celtics, que ya están solamente a 1,0 triunfos de los 76ers.
(Fotografía de portada: Tim Warner/Getty Images)