Para conseguir que te quieran los demás, primero debes quererte tú mismo. Esa parece ser la frase que resume la filosofía vital de Shaedon Sharpe, que a pocos días de la celebración del draft de 2022 no ha querido pecar de modestia a la hora de hablar de su futuro en la NBA. El base dedicó unas palabras a James Boyd, periodista del Indianapolis Star, y en estas no apuntó precisamente bajo al definir su proyección.
«Me veo a mí mismo siendo uno de los jugadores más grandes de la historia del baloncesto» aseguró. «Estoy deseando jugar y competir al más alto nivel. Uno de mis objetivos de cara a esta temporada será ganar el Rookie del Año, luego llegar a ser All-Star, y más adelante ganarme un puesto en el Salón de la Fama».
Sharpe llega a la noche del draft como uno de los grandes interrogantes, pues, pese a que sus reconocidas virtudes le posicionan como un claro candidato a ser elegido entre los 10 primeros, viene de no haber jugado un solo partido en su primera y única temporada en Kentucky. Esto, lejos de tener que ver con problemas físicos, se ha debido a una decisión estrictamente personal por parte del jugador, que no ha terminado de dejar claro el porqué de la misma ni siquiera ahora que su paso por la universidad ha finalizado.
«Todo pasa por algo, así que no me arrepiento de no haber jugado» afirmó al respecto. «Ahora mismo estoy entrenando con equipos de la NBA, e imagino que eso quiere decir que he hecho algo bien. Hablé al respecto con John Calipari (entrenador de Kentucky), con el resto de entrenadores e incluso con mis padres, pero al final la decisión de no jugar fue exclusivamente mía».
(Fotografía de portada: Andy Lyons/Getty Images)