No fue, ni es a estas alturas de la película, ningún secreto que la ética de trabajo que Shaquille O’Neal dejaban que desear.
El, posiblemente, pívot más dominador de las últimas décadas no seguía unos ritmos de preparación idílicos. Hasta Kobe Bryant lo reconoció durante años. Y ahora, ha sido el propio Shaq el que ha desvelado su repulsión por los regímenes duros de entrenamiento.
«¿Que si me entrenaba duro? No, nunca. Y déjame explicar por qué. Mi rival es inferior a mí. Así que para probar que son jugadores dignos de estar en la NBA, ellos tratarían de meterme mano. No iba a ocurrir eso dos veces. En los entrenamientos y en los partidos. Así que por eso me dedicaba a descansar en los entrenamientos y lo daba todo en el partido«, confesó el exjugador de Lakers o Heat en unas declaraciones al portal In depth with Graham Besinger.