Los Philadelphia 76ers continúan con su plan de reintegrar a Ben Simmons en el equipo con la mayor normalidad posible. En la jornada del domingo, el base australiano se ejercitó con sus compañeros por primera vez desde su solicitud de traspaso, confirmando su regreso a pesar de su más que obvio deseo de salir. De hecho, aún no está claro si está en condiciones de jugar con los Pensilvania cuando arranque el curso tras pasar casi toda la pretemporada al margen o cuándo estará disponible, por lo que la situación parece lejos de tranquilizarse.
«Jugará cuando esté listo» afirmó Doc Rivers como forma indirecta de reconocer que él tampoco tiene clara la situación del jugador. El técnico, no obstante, ya ha reconocido antes que quiere que Ben juegue hasta que se dé el hipotético traspaso, aunque la decisión no depende solo de él. «Al verle he pensado que estaba en un estado de forma decente. Aunque, obviamente, no lo suficiente como para disputar un partido».
También hablaron algunos de sus compañeros, que reaccionaron de forma diversa. Furkan Korkmaz, uno de ellos, trató de calmar las aguas definiendo la situación como algo cotidiano: «Simplemente ha venido» afirmó. «No ha sido nada del otro mundo. Ha sido como ‘hola, ¿cómo estás?’ y ya está».
Tobias Harris, por contra, sí dejó entrever algo más de disconformidad con lo ocurrido. Pese a que comenzó diciendo que no había sido un reencuentro incómodo, sí dejó claro que no había sido completamente normal: «La sensación es la que es. ¿Ha sido perfecto? No. Pero estamos aquí para hacer nuestro trabajo, que consiste en ganar partidos de baloncesto. Aquí todos somos adultos. Esto no es el instituto para estar recriminándonos cosas y diciendo ‘me has hecho esto’ o ‘me has hecho lo otro’. No al menos mientras estemos en la pista, ahí solo cabe pensar en baloncesto. Así es como yo lo veo, honestamente» concluyó.
(Fotografía de portada: Harry How/Getty Images)