El impacto de Victor Oladipo en Indiana ha superado todas las expectativas. En poco más de dos meses se ha hecho con los mandos del equipo; tanto es así que la delgada línea que separa el éxito del fracaso de los Pacers se mide por su presencia en pista.
Lanzado a por el premio de ‘Jugador más mejorado’, incluso por una posible presencia en el All-Star Game, este chico curiosamente formado en la universidad de Indiana lleva tres partidos sin poder jugar por lesión, tres noches en la que sus compañeros han sido incapaces de ganar.
Todos sabían que los Pacers notarían su ausencia. Son 24,9 puntos por noche y un liderazgo que se palpa en el ambiente, pero la caída está siendo demasiado pronunciada. En dos de los mencionados encuentros Indiana sumó dos de sus tres peores anotaciones del curso (94 contra Dallas y 90 ante Minnesota). Nate McMillan se lo esperaba.
«No estoy sorprendido. Creo que al perder a alguien como él, con tal impacto en el equipo, se tiende a perder. Es normal que las cosas no sean como antes. Estaba haciendo mucho por nosotros en cuanto a anotación y liderar la transición del equipo, una energía de la que se alimentaban los demás», explica el entrenador de los de Indianapolis.
Tampoco estará contra Milwaukee
El balance global de Indiana sin Oladipo es de 0-4. Aunque los problemas en la rodilla derecha del escolta no son graves, ya es seguro que tampoco podrá jugar contra Milwaukee Bucks, puesto que será el jueves cuando vuelvan a examinar su articulación y decidir en qué momento debe volver. Puede ser que para el sábado, ante los Bulls, esté a punto, pero Indiana debería centrarse en cómo romper la mala racha sin él antes de suspirar por su regreso.