Boston puso anoche fin a su peor racha de derrotas del curso. Lo hizo en Los Angeles, ante los Clippers (102-113). Y lo hizo sin Al Horford, de baja por un golpe en la cabeza ante los Lakers y para el cual en Boston quisieron guardar precaución dado el historial del ala-pívot, y sin Marcus Smart, que en principio sí iba a ser de la partida pero que causó baja de última hora por un extraño corte en la mano, producido en el hotel de Los Ángeles donde se alojaban los Celtics.
“Se ha lastimado la mano con un cristal y le han dado puntos. No conozco toda la historia”, apuntó su entrenador Brad Stevens a los medios antes del encuentro. “Estamos tratando de saber más al respecto. Mike Zarrer (general manager asistente) y Brian Dolan (preparador físico asistente) fueron con él al hospital hace dos horas. A Smart le han dado puntos. No parece una lesión de larga duración, pero estamos haciendo más investigaciones para ver cómo sucedió”, prosiguió Stevens.
Preguntado el técnico si pasaba algo extraño o pensaban que algo no estaba claro y por eso iban a investigar más profundamente, Stevens apuntó. “Obviamente, quiero asegurarme de que soy minucioso al contarles cómo sucedió y qué sucedió. Pero, de nuevo, creo que se cortó la mano en el hotel con un cristal en algún momento de esta tarde».