El jugador de Boston cree que su reacción se debe a que otros no le han protegido como debían
Marcus Smart perdió los nervios en el partido ante Philadelphia 76ers. Apenas había comenzado el tercer cuarto cuando envió al suelo de un empujón a Joel Embiid, quien anteriormente le había puesto un bloqueo en el que quizás había utilizado demasiado el hombro. La acción se saldó con la expulsión del jugador de Boston y con una multa posterior de 50.000 dólares.
Visto el devenir de los acontecimientos, sería normal pensar que Smart estaría en cierto modo arrepentido de su acción, o que al menos aseguraría que su intención es que situaciones similares no se den en el futuro. Nada de eso. El jugador de los verdes actuaría exactamente igual si se diesen las mismas circunstancias.
«Lo haré de nuevo. Me defenderé en todo momento, especialmente si no siento que me estén protegiendo igual que a los demás. Si no lo haces. Si no quieres limpiar, ya lo haré yo mismo», señala en declaraciones concedidas a MassLive.
Que Smart desee defenderse no pasa de ser un instinto natural. Sin embargo, si ese va en contra de los intereses del equipo es algo que debería frenar. Ante los Sixers, jugándose la posibilidad de acabar terceros en el Este, no era el momento de poner trabas a su propio equipo; tal y como comenta a The Athletic su entrenador, Brad Stevens: «Estoy decepcionado. Necesitamos que esté en el partido sin importar lo que haya ocurrido».
Smart lo ha entendido. Si bien cree que debe ser él mismo quien marque el territorio, igualmente sabe que cometió un error. «Creo que hice daño a mi equipo, algo que ellos mismos me han hecho saber al decirme que estaban decepcionados conmigo. Especialmente en playoffs, lo último que necesitamos es perder una pieza. Debo ser más inteligente la próxima vez», sentencia.
(Fotografía de Maddie Meyer/Getty Images)