Smart y Udoka no ponen excusas y muestran su lado más autocrítico

Después de que los Boston Celtics desperdiciaran una ventaja de 14 puntos en el último cuarto en la derrota del quinto partido ante los Milwaukee Bucks, el base del equipo, Marcus Smart, admitió que no estaba contento con su desempeño. Lejos de buscar excusas, Smart reconoció que regalaron la victoria.

«Todavía estamos calientes solo porque sabemos que lo perdimos nosotros mismos. Nadie más», reconocía ante los periodistas en su conferencia de prensa. El jugador de los Celtics también optó por pasar página lo antes posible: «Eso es todo, tenemos que dar la vuelta atrás y remontar esto. No tenemos tiempo para enfadarnos, no tenemos tiempo para bajar la cabeza. Esto es lo que hay, pasemos al siguiente partido», destacaba uno de los líderes del vestuario.

El propio Smart fue muy criticado por su actuación en los minutos finales. El base fue objeto de una fuerte defensa por parte de Jrue Holiday en los momentos finales del partido. Holiday bloqueó la bandeja ganadora de Smart y recuperó la posesión lanzándole balón cuando se salía de los límites de la pista. Además, en la posesión final de Boston, Holiday robó el balón a Smart cuando intentaba realizar un triple que empatase el partido.

Marcus no fue el único miembro de los Celtics que se lamentó en rueda de prensa. El entrenador del equipo, Ime Udoka, entendió la gravedad de la situación. «Fuimos mejores durante tres cuartos y medio. En el vestuario hablamos de que debimos mostrar nuestra determinación. Con esta derrota hicimos que todo sea más difícil para nosotros ahora. Será más dulce cuando nos recuperemos, pero sabemos que renunciamos a una oportunidad de oro esta noche», reconocía el técnico.

Udoka pudo identificar exactamente qué salió mal para los Celtics: los rebotes ofensivos. Boston permitió que Milwaukee consiguiese 17 rebotes ofensivos. Especialmente doloroso fue el de Bobby Portis después de un tiro libre fallado por Giannis Antetokounmpo, ya que sirvió para dar ventaja a los Bucks a falta de 11 segundos por disputarse. «En realidad, esa fue la historia del partido», se lamentaba el entrenador.

(Fotografía por Maddie Malhotra/Getty Images)


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