Mientras la posibilidad de entrar en plantilla NBA (y, de paso, empezar a cobrar salarios) mantiene activa la competencia entre algunos jugadores sin contrato garantizado en pretemporada, otros tienen objetivos más modestos. Algunas franquicias de la D-League han organizado entrenamientos para probar a los aspirantes que buscan un puesto en la liga de desarrollo, y la de un equipo recién nacido como los Long Island Nets (afiliado de Brooklyn) tuvo la visita de un viejo conocido de la NBA: Smush Parker.
El base de 35 años, actualmente viviendo «a cinco minutos en bicicleta del Barclays Center», como reconocía en declaraciones al New York Times, se enteró de las audiciones que organizaban los Nets a través del pastor de su iglesia. Desde que pasó por los Rio Grande Valley Vipers de la D-League en 2008, la carrera profesional de Parker se ha desarrollado integramente fuera de Estados Unidos, pasando por ligas como las de Irán, Venezuela, República Dominicana, Mongolia o, más recientemente, Túnez.
Anotar ya no es lo importante
Hace 9 años que la etapa más conocida de Smush Parker, con los Lakers, llegó a su fin, pero el base aún intenta aprovechar su conocimiento de la liga para seguir en la órbita de la NBA. «Sé por experiencia que los ojeadores y entrenadores en estas cosas no les importa si puedes anotar», explicó sobre la D-League. «Nadie aquí va a ser Allen Iverson. Nadie va a ser Kevin Durant. Cuando los equipos suben a un jugador desde la D-League, quieren alguien que encaje en un sistema, no alguien que crean que puede salir y anotar 40 puntos».
El entrenamiento tuvo la presencia de Ronald Nored, entrenador de los Long Island Nets, y de Trajan Langdon, leyenda del baloncesto universitario y europeo, y actualmente General Manager de la franquicia. Cada jugador aspirante, 150 en total, tuvo que pagar 150 dólares para poder participar. Cada equipo de la liga de desarrollo puede tener un máximo de 17 jugadores en pretemporada, cuyo número se reduce a 10 cuando arranca la temporada regular.