Durante la victoria que los Lakers cosecharon ante los Heat por 127-100 se produjo un altercado que tendría su continuación después ante los micrófonos. Goran Dragic era expulsado tras una bronca con Jordan Clarkson que se calentó demasiado y pudo terminar en una situación bastante peor. Ambos jugadores cargaron el uno sobre el otro hasta que un empujón de Clarkson tiró al base de Miami. Ahí fue cuando Dragic se fue a por Clarkson y, antes de que la cosa fuera a mayores, los compañeros de ambos lograron ponerse de por medio y separarlos.
Preguntado sobre qué le parecía la expulsión de su jugador, Erik Spoelstra no se anduvo con chiquitas y explotó contra los árbitros: «Ha sido una vergüenza. Es vergonzoso que Dragic acabase expulsado en este encuentro. Recibe un codazo en la cara. Alguien que busca luchar y es noqueado en el suelo. Es una vergüenza de expulsión».
Para el entrenador, «no hay una manera de entender que sea expulsado en una situación en la que recibe un codazo en la cara, se levanta y es que ni llega a defenderse. Simplemente se levanta».
¿Habría cambiado algo?
Era el tercer cuarto, y en esos momentos los Lakers iban 8 arriba. Quedaba mucho tiempo por jugarse y estar sin uno de tus mejores jugadores puede condicionar el desarrollo del juego. O esa al menos es la visión de Spoelstra.
«Estando solo a 8 puntos, es como dejar prácticamente que el partido se acabe. No sé si hubiera habido diferencia o no, pero Goran es nuestro mejor jugador. Y estando con nosotros en la recta final es probable que hubiera sido un partido con más posesión», añadió el técnico.