Spoestra, Adebayo y Ware: enésimo ejemplo de cultura

Cuando logras mantenerte tantos y tantos años arriba no hay que mirar solo a los nombres y a la buena fortuna. La gestión, el cuidado al detalle, marcan la diferencia

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Por Enrique Bajo

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Los Miami Heat son como Duke para la NCAA o un equipo de la G League que cumple con éxito su función. Porque en los equipos de Erik Spolestra no solo se ganan partidos (15-12): se fabrican jugadores.

Y la victoria casi rutinaria ante Brooklyn de anoche dejó algo más interesante que el 106-95 final: dejó una imagen clara de cómo funcionan las cosas allí y de por qué los éxitos son más que los fracasos. Gestos como el de Bam Adebayo hablan a la perfección de la ‘cultura ganadora’ del proyecto.

Con Bam sentado en el banquillo con faltas (5), Kel’el Ware asumió el cierre del partido… y respondió como venía haciendo todo el encuentro, terminando con números de 22 puntos, 12 rebotes y 4 tapones.

Balones (y galones) a Ware

Pero lo verdaderamente relevante vino después, en rueda de prensa. Adebayo no sólo no receló de su protagonismo. Respaldó públicamente la decisión de Spo, entendiéndolo como necesario para el crecimiento de su compañero… y a la larga de los Miami Heat.

Erik Spoelstra lo explicó con total claridad y así lo recoge Anthony Chiang para el Miami Herald:

«Iba a volver a meter a Bam. Pero una vez que nos pusimos con ventaja de dos dígitos, pensé que nos podríamos despegar. (…) Y Bam también sintió que era bueno que Kel’el tuviera esa oportunidad de cerrar un partido con contexto real. Creo que todo eso es muy importante para su crecimiento y su mejora».

Maniobras como esta no deben pasar por anecdóticas, pues no estamos ante una decisión táctica puntual; hablamos de una convicción arraigada y compartida. De una estrella —Adebayo— que entiende que el futuro competitivo de los Heat pasa por ensanchar la base interior del equipo, repartiendo el peso que carga en su figura.

Y Ware (2º Quinteto de Rookies) no es solo un parche ni una solución coyuntural. Es una pieza que, si no interrumpe su proceso de maduración, permitirá a Miami contar con una rotación de garantías en un frontcourt de primerísimo nivel.

Eso es liderazgo de franquicia. Esto son los Heat.

(Fotografía de portada de Sam Navarro-Imagn Images)

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