Antes de comenzar la temporada 2002-03, ya con Michael Jordan resucitado y tirando del carro para unas de las cenicientas de la NBA, los Washington Wizards traspasaron los derechos de Richard Hamilton a Detroit. A cambio del futuro campeón con los Bad Boys II, consiguieron los servicios de un exterior que venía rindiendo a gran nivel en sus primeros años de profesional: Jerry Stackhouse.
La carrera del alero era de lo más prometedor, sobre todo como atacante: había cosechado cuatro temporadas por encima de 20 puntos por partido y resultó uno de los novatos más acertados en la camada de 1995 (19,2 tantos en su estreno anual).
A nivel individual, el cambio de Detroit pos la capital resultó un enorme fiasco para Stackhouse. Los Pistons serían campeones dos años más tarde y los Wizards no paraban de descubrir grietas hasta con su gran capitán a bordo.
El propio Stackhouse admitió de manera reciente que su paso por los Wizards, coincidiendo con Jordan, fue negativo para su carrera. Es más, se atreve a declarar que le hubiera gustado no pasar por allí jamás.
«Honestamente, ojalá nunca hubiera jugado en Washington, por muchas razones. Sentí que estábamos en el buen camino en Detroit antes de ser traspasado. Era un gran reto la situación de jugar con un ídolo (Jordan) en ese punto de su carrera en particular; yo sentía que era mejor jugador que él. Y, aun así. todas las cosas pasaban por Michael Jordan. Me encantaba Doug Collins (entrenador jefe) pero creo que esa fue una oportunidad para él de compensar algunos malos momentos que tuvieron tiempo atrás en Chicago. Así que se hacía todo lo que Michael Jordan quería. Empezamos la temporada bastante bien, y luego creo que a él (Jordan) no le gustó la manera en la que atacábamos, porque el ataque se basaba un poco más en mí. Él quería tener un poco más de aclarados en el poste. Así que, por supuesto, tuvimos más aclarados para él. Todo entró en una espiral con la que yo no disfruté la temporada. La imagen que yo había tenido en mi mente de reverencia hacia Michael Jordan, la perdí un poco durante ese año»; pudo declarar esta semana Stackhouse en el podcast de Adrian Wojnarowski (The Woj Pod).
En aquella campaña de la que habla Stackhouse, él mismo promedió 21,5 puntos y Jordan 20,0 (39 años). Pese a sendas contribuciones ofensivas, Washington quedó fuera de los playoffs (37-45).
Después de su coincidencia con MJ en la temporada 2002-03 en la capital de Estados Unidos, Stackhouse pasó un curso más en los Wizards; ya sin Jordan. Después, habiendo tenido una experiencia bastante ingrata según sus palabras, pasó a las filas de los Dallas Mavericks.
No es habitual que ningún jugador se posicione en unos términos semejantes hablando de Michael Jordan. Por lo general, la figura del ’23’ siempre ha estado envuelta de una clase de mística que hasta borra los fracasos a lo largo de su carrera (como los playoffs de 1995). Sin embargo, Stackhouse no ha dudado en ofrecer su opinión de que, para él, la presencia de Jordan en la cancha no fue del todo positiva para los Wizards.
Sorprenden, también, estas declaraciones de Stackhouse (dos veces All-Star) debido a haber pasado por North Carolina (UNC), la misma universidad que Jordan, antes de hacer carrera en la NBA.
(Fotografía de portada: Doug Pensinger/Getty Images)