Otro partido definitivo. Un nuevo match point para Cleveland, y luego ya sería a muerte súbita.
Y tras cinco partidos, aún esperamos al mejor Stephen Curry. Al MVP de la temporada que, por achaques físicos sobre todo, no ha podido ser al cien por ciento él. Los problemas en el hombro y la fatiga acumulada, sus dos mayores óbices últimamente. Y sin embargo, el final todavía puede ser perfecto para Steph.
«Definitivamente es el partido más grande», ha dicho el de Akron para Associated Press. «Y estoy preparado para ello».
El tiro no es el problema
El playmaker de los Warriors quiere pasar página y olvidarse de la oportunidad perdida. «No quiero ser prisionero del momento y decir que el Game 5 fue un reflejo directo de cómo somos como equipo y de quién soy yo individualmente, como jugador y como líder. Estuve ahí tratando de ayudar a mi equipo y no funcionó. Esto ocurre en el deporte. Pero nada me va a frenar de hacer lo que hago para liderar a mi equipo en el Game 6″.
Uno de los problemas que está teniendo Curry es la vara de medir con la que nosotros le juzgamos. Le exigimos un nivel de superestrella en cada ocasión —pues eso es lo que ha demostrado ser—. Y sin embargo, nos olvidamos que en el cuarto partido anotó nada menos que 38 puntos para poner la serie favorable 3-1.
Eso si, su acierto, gracias al descomunal esfuerzo defensivo de Cleveland, se está resintiendo. Ha lanzado por debajo del 50% de acierto en cuatro de los cinco choques, y en tres partidos no llegó a los 20 puntos. Su ratio de asistencias pérdidas también es un reflejo del zulo espacial al que sus rivales le someten (23 asistencias/22 pérdidas).
LeBron James ha sido muy claro. «Queremos prosperar en lo de no entregar la pelota y parar a esos chicos [referencia a los bombardeos perimetrales de los Splash Brothers]. También queremos poner presión en los otros chicos. Esos otros chicos que también te pueden ganar».
El plan del Rey, el plan de los Cavs sobre Curry, está funcionando dentro de lo que puede funcionar sobre un jugador de su nivel. En el Game 5 Steph se quedó en 8/21 en tiros de campo y 5/14 en triples. Pero eso no le quita el sueño al dos veces MVP. Su preocupación se asienta más en pulir otros aspectos en los que suelen ser más excelsos y ahora están descuidando.
«No me preocupo por los tiros que he fallado. Son cosas con las que puedo vivir. El tema que me molesta es que en muchos de nuestros ataques, en varias de nuestras posesiones tuvimos la lectura correcta, la visión adecuada, pero nuestros pases eran desviados porque fuimos algo perezosos, no le imprimimos la atención suficiente. Y esa era una situación en la que sentía que perdíamos oportunidades».
Esta noche tiene una nueva oportunidad de corregir el guión. «»Sí, honestamente quiero jugar mejor y más consistente», concluía Curry. «La situación es que en este momento estamos a un sólo partido de ganar un segundo campeonato, y yo personalmente tengo 48 minutos para hacer lo que debo hacer para ayudar a mi equipo a ganar».