Steve Kerr ha reaccionado con celeridad a la ausencia indefinida de Draymond Green. Ya sin el veterano ala-pívot, el head coach de los Warriors probó hace un par de días con un quinteto en el que a los habituales Stephen Curry, Klay Thompson y Kevon Looney se sumaban el novato Brandin Podziemski y el también joven Jonathan Kuminga. Pes a que el primer día no se ganó, Kerr salió en ruda de prensa para asegurar que este era el nuevo plan y que se mantendría durante un tiempo para comprobar si funcionaba. Pues bien, al segundo intento ha llegado el primer triunfo, uno que ha contado una vez más con la excelencia de Stephen Curry y que en Golden State han sentido como una liberación tras tres derrotas consecutivas.
Y hablamos una vez más de Curry porque su baloncesto nos obliga a ello. Aunque por momentos los Warriors parecieron tener el partido controlado ante Brooklyn Nets –llegaron a ganar por casi 20 puntos–, la realidad es que todo se fue complicando por momentos hasta el punto de que en el último cuarto los neoyorquinos llegaron a ponerse por delante en el marcador. Justo ahí, cuando el agua empezó a llegar al cuello, la leyenda de los de San Francisco dio el golpe definitivo por 16 de sus 37 puntos en tal periodo, los cuales logró con un perfecto 7 de 7 en tiros de campo (2 de 2 en triples). Fue una gran noche para él, ya que además se convirtió en el primer jugador de la historia de la NBA en llegar a los 3.500 triples. Este fue el momento en el que lo consiguió.
«Steph estuvo sublime en la recta final. Lo que hizo fue irreal. Le hemos visto hacer esto una y otra vez, pero nunca deja de sorprenderme de lo que ese tipo es capaz», comenta Kerr. Y no sorprende, ya que el partido terminó con un 124-120 a favor de los Warriors tras ver a Cam Thomas lograr hasta 41 puntos para los Nets. Exacto, a los Warriors no les sobró nada de lo que hicieron para ganar.
El acompañamiento exterior
Este ha sido uno de los problemas de Golden State en el comienzo de la temporada. Siempre han jugado rápido y lanzado muchos triples, pero la cuestión es que antes los metían. Este curso, por momentos se han visto secos con un Andrew Wiggins muy errático y un Klay Thompson que tampoco estaba bien. Por suerte para Curry, eso está cambiando.
El novato Brandin Podziemski correspondió anoche a la confianza de Kerr con cuatro triples para un total de 19 puntos en su segunda titularidad consecutiva. Thompson por su parte brilló en los minutos finales para ser una ayuda esencial para Curry y terminar con 24 puntos (4 triples). Si en San Francisco logran que esto sea algo sostenido, tendrán mucho terreno ganado.
Un Cam Thomas espectacular
Aunque una lesión le frenó algo la progresión, el escolta de Brooklyn ha vuelto por sus fueros y anoche firmó una enorme actuación de 41 puntos con un 15 de 24 en tiros de campo. No sirvió para que los suyos sumasen el triunfo, pero sí para demostrar que lo hecho a principios de temporada no fue casualidad. Actualmente está en un promedio de 22,7 puntos por partido.
(Fotografía de Kavin Mistry/Getty Images)