La preocupación en torno a la pierna izquierda de Stephen Curry ha encendido todas las alarmas en Golden State. Después de verse involucrado en una caída tumultuosa con Al Horford y otros miembros de los Celtics en la recta final del partido, la estrella de los Warrioirs acabó el encuentro visiblemente dolido. Su posible lesión sobrevoló las ruedas de prensa de todos sus compañeros, y también la suya. » No creo que me pierda ningún partido» dijo Curry después de decir que lo sentía como un pequeño esguince en su tobillo. Materia en la cual el base está bastante versado.
Aun así la realidad es que Steph salió de la sala de prensa sin querer apoyar el pie. Los Warriors están pendientes de realizarle hoy las pruebas que indiquen su estado y disponibilidad de cara al trascendental cuarto partido de las finales. La acción es similar a un lance sufrido con Marcus Smart hace unos meses y que ya le costó a Curry perderse el tramo final de temporada y llegar a playoffs con restricción de minutos. Sin embargo, llegados a este punto, perderse partidos no es una opción para quien ayer volvió a protagonizar una actuación individual legendaria.
El jugador no ha querido culpar a Horford aunque admite que la jugada es peligrosa de por sí. Draymond se pronunciaba diciendo que cometió su sexta falta intentando sacar a Steph de la pila de cuerpos que se apoltronaban sobre el suyo mientras este ya aquejaba el dolor. «Estaba gritando al fondo de todos». Por su parte Steve Kerr se limitó a decir que esperarían noticias médicas. El técnico denunció con vehemencia el rifirrafe con Smart del pasado marzo.
(Fotografía de portada de Maddie Meyer/Getty Images)