Dudar de Stephen Curry es absurdo, pero ello no ha evitado que algunos vaticinasen que la estrella de los Warriors se vería arrastrada por el mal hacer de su propio equipo, el cual estaba abocado a vivir una dura temporada bajo el sino de la derrota. Pues bien, ni una cosa ni la otra. Aunque es pronto para decirlo, lo vivido anoche en San Francisco invita a pensar que Golden State aún puede dar guerra en el presente. Ante un arduo rival como Boston, remontaron y se llevaron el triunfo como tantas veces han hecho en la última década, a base de canastones con la firma de Stephen Curry.
Así es. Si el inicio del partido del ganador de cuatro anillos estuvo lejos de las expectativas, tal contexto no le impidió levantarse y sacar su mejor versión para conducir la remontada de los californianos en el último cuarto y dar la puntilla al partido en la prórroga. Más claro: tras cerrar el tercer cuarto con 13 puntos y 5 faltas, entre el último y el tiempo extra sumó otros 20 tantos mientras evitada salir expulsado del partido. Sí, fue una nueva exhibición de uno de los mejores jugadores de baloncesto de todos los tiempos, uno que tras quedarse en cero triples por primera vez en cinco años, ha vuelto inmediatamente por sus fueros.
«Nada me sorprende con Steph, ese tiro fue una locura, fue cogerla, lanzar y dentro… Realmente esperaba que entrara, y creo que todos nuestros fanáticos también lo vivieron así. El chico es mágico. No puedo explicarlo. Eso es precisamente el tipo de cosas que hace», comenta su entrenador, Steve Kerr.
Lo cierto es que el head coach de los Warriors parece haber dado con la tecla para formar un conjunto sólido tras la suspensión indefinida de Draymond Green. Los de San Francisco están siendo mejores y aunque las decisiones de Kerr –como dar muchos minutos a los novatos Podziemski y Jackson-Davis– están siendo clave, tampoco se puede olvidar el enorme paso al frente que ha dado Klay Thompson. El escolta ha acertado 23 de los 46 triples lanzados en los últimos cuatro choques para dar un nuevo aire al ataque de los de San Francisco.
Una historia ya vista con los Celtics
Los chicos de Joe Mazzulla llegaron a ganar por hasta 17 puntos y a cuatro minutos del final aún dominaban por 7. Sin embargo, fue insuficiente para terminar cantando victoria. Ya les ha pasado antes. Eso de llegar al final con ventaja y terminar perdiéndola es algo que necesitan minimizar al máximo en su camino para llegar a ser campeones. Respecto a las actuaciones individuales, Derrick White fue quien más anotó para irse a los 30 puntos, mientras que Jaylen Brown llegó a los 28. Quien tuvo una mala noche fue un Jayson Tatum que no pasó de los 15 con un 5 de 17 en tiros de campo.
(Fotografía de Ezra Shaw/Getty Images)