La 20-21 se presenta como una temporada de lo más interesante para los Golden State Warriors. Tras un año de transición tras las últimas Finales, los californianos aspiran a volver a ser un conjunto temible en el Oeste, algo que ya no podrán lograr tan fácilmente como en cursos anteriores, en los que su estelar plantilla les llevaba a lo más alto casi por inercia. Esta vez tendrán que pulir todos y cada uno de los aspectos de su baloncesto, y Steve Kerr parece tener claro por dónde empezar.
“Desde mi punto de vista y el de mi cuerpo técnico, lo principal es que nos convirtamos en una de las 10 mejores defensas del campeonato” aseguró. “Ese ha sido uno de los aspectos más infravalorados de nuestro éxito en los últimos años y tenemos que mantenerlo”.
Es cierto que las capacidades defensivas de Golden State tendían a pasar muy desapercibidas en relación a su potencial ofensivo. Era así desde la época de los Splash Brothes, y con la incorporación de Durant su capacidad de anotar era tal que costaba recordar lo bien que funcionaban en el otro lado de la cancha. No obstante, una vez que llegaban los playoffs, se encargaban de recordar al resto de la NBA que eran completamente capaces de anular a sus rivales a base de apretar atrás.
“A la hora de competir al más alto nivel, ser uno de los mejores equipos en defensa siempre ha sido un aspecto clave” prosiguió el técnico. “Así que ese es el elemento en el que vamos a centrar nuestra pretemporada. Vamos a tratar de reconstruir nuestra defensa. Tenemos tamaño y capacidad atlética para ser muy buenos en ese sentido, pero no basta con eso. Va a requerirnos mucho trabajo y estamos preparados para ponernos manos a la obra” señaló.
(Fotografía de portada: Matthew Stockman/Getty Images)