Ha sido (y está siendo) una de las historias más interesantes de la temporada 2023-24 de la NBA. Los Warriors han pasado por muchas etapas y mientras eso sucedía hay una pieza que ha vivido una eclosión que hace sonreír a los de San Francisco. Sí, hablamos de Jonathan Kuminga.
El joven alero de tercer año estuvo un par de meses entrando y saliendo de la rotación de Steve Kerr. Por momentos jugaba mucho y de pronto pasaba a un segundo plano. Tal situación le llevó a plantarse ante los medios y recalcar su frustración por la falta de minutos y que, directamente, había perdido la fe en su entrenador. Pues bien, lejos de crear un problema, ese fue el detonante de »LA’ conversación que hoy le lleva a ser pieza esencial del quinteto inicial de Golden State.
«Creo que en realidad fue algo bueno para él expresar su frustración porque lo obligó a asumir la responsabilidad y tuvimos una buena conversación. Me hizo saber cómo se sentía, que estaba frustrado, y repasamos una lista de cosas que sentí que necesitaba hacer. Además, esto coincidió con el tiempo que Draymond Green estuvo fuera, así que fue consiguiendo más minutos según mejoraba su juego. A partir de todo eso surgió una oportunidad», comenta a Tim Kawakami de The Athletic.
Siendo el número 7 del draft de 2021, ciertos informes señalaron hace tiempo que desde la organización querían que Kuminga fuese más importante para Kerr desde hace tiempo. Sin embargo, éste recalca que lo ocurrido es un proceso natural en casi todos los jugadores talentosos de cara a encontrar su sitio en la liga.
«Esto es lo que la gente suele decir en esta liga: es el tercer año cuando los muchachos empiezan a sentir realmente el juego y a despegar. Sin embargo, cuando seleccionas a alguien tan arriba nadie quiere escuchar: ‘Se necesitan tres años’. Quieren que suceda de inmediato. Simplemente no es así», sentencia.
(Fotografía de Takashi Aoyama/Getty Images)