Steve Kerr todavía piensa en la última temporada de los Golden State Warriors. El head coach considera que pudo haber hecho cosas distintas para darle la posibilidad a su equipo de repetir el título.
Los californianos quedaron eliminados a manos de Los Angeles Lakers en las semifinales de la Conferencia Oeste. Apenas terminó el duelo, el estratega confesó que el encontronazo entre Draymond Green y Jordan Poole condicionó el camerino en toda la contienda y, a su vez, influyó en el resultado final. En este sentido, Kerr reflexionó sobre su responsabilidad como líder: «Siento que fallé el año pasado a la hora de conectar al grupo», confesó a The Mercury News.
El exjugador agregó que intentará aprender de la derrota en los playoffs para crecer como estratega: «Me he tomado mucho tiempo este verano para pensar en el año pasado, en las cosas que debería hecho de otra manera. A veces perder te obliga a replantearte las cosas y reevaluarlas. Me entusiasma la idea de volver el año que viene con un enfoque, energía y espíritu renovado por parte de todo el grupo. Eso empieza por mí y estoy impaciente».
En cuanto a la plantilla, sin duda contará con un «espíritu renovado» tras la incorporación de Chris Paul, otrora archirrival de los Warriors. Por otro lado, ya no estará Poole, enviado a los Washington Wizards.
Kerr igualmente sigue contando con Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green como los líderes del plantel, aunque este último puede llegar a complicar la dinámica del camerino y es ahí donde el otrora guard debe emplear su liderazgo. Un ejemplo de esta situación fue la declaración del ala-pívot adelantando que su rechazo por CP3 no ha cambiado y que primero debe sostener una conversación «entre hombres» para darle su aprobación, de modo que el head coach tiene trabajo por delante en el manejo del grupo.
(Fotografía de David Berding/Getty Images)