El tema Draymond Green aún no tiene solución. El plan de los Warriors, dejar el asunto zanjado con una corta suspensión del jugador interior, se vio trastocado cuando se filtró el vídeo de su agresión a Jordan Poole. Desde ese momento entendieron que quizás con apartarlo un día de la disciplina del equipo no sería suficiente. La cuestión es que el tiempo va pasando y siguen sin saber cómo cerrar tan groso problema.
Tal cual lo ha expresado Steve Kerr. El entrenador de Golden State, en quien se confía para poder reconducir la situación, ha comentado que «no está claro» cuándo podría regresar Green y que está «preocupado por ambos jugadores», ya que los dos forman parte del problema.
Lo cierto es que es un asunto con dos vertientes. Por un lado está el tema deportivo, el cual enlaza directamente con que Green esté con el equipo para la jornada inaugural; es decir, no se pierda partido alguno, y de paso reciba el anillo de campeón. Por otro, y siendo esto más delicado, nos encontramos con su encaje personal en la plantilla. Lo sucedido es tan grave que recuperar la confianza de sus compañeros (sobre todo Poole) se antoja el mayor muro a superar.
Sobre lo primero (no perderse ningún partido), Green ya ha expresado que espera que sea así, un deseo que ha sido refrendado por la información que maneja la periodista de ESPN Ramona Shelburne, quien de igual modo afirma que no hay razón para creer que se perderá algún momento de la temporada regular.
No tardaremos mucho en salir de dudas. Quedan ocho días para iniciar la regular season y es obvio que los de San Francisco no esperarán a la noche antes para decidir. Ya se le de una u otra solución, la realidad es que todo esto ha enturbiado el comienzo de campaña de los actuales campeones.
(Fotografía de Thearon W. Henderson/Getty Images)