Afortunadamente se quedó solo en un susto. Durante el partido que los 76ers ganaron por 110-123 ante Phoenix, Joel Embiid sufrió una lesión en su mano derecha que alarmó al cuerpo médico de los de Philadelphia e hizo pensar que pudiera haberse fracturado algún hueso. Sin embargo, las pruebas de rayos X que se le efectuaron en cuanto acabó el encuentro dieron negativo y todo parece que se trata de un esguince.
«Después me dijeron que no me había roto nada. Los médicos creen que solo ha sido un esguince, así que supongo que son buenas noticias», señaló el mismo Embiid al término del choque.
El pívot, que permaneció en el partido incluso después de la caída que trajo este percance, acabó con 22 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias. «Tenía la mano entumecida, pero quería seguir en el partido. Soy un guerrero. Quería seguir en pista para ganar el partido», añadió Embiid.