Al acabar el encuentro, Karl-Anthony Towns tiraba de sinceridad para relatar lo sucedido, explicando con un titular perfecto cómo había sido el partido para los Timberwolves: “No hicimos unos buenos 48 minutos, pero sí hicimos lo suficiente para conseguir la victoria. A veces, los triunfos que logras no son los más brillantes, pero acabar con una victoria en tu casillero siempre es divertido”.
El mismo Towns, dominador durante el último cuarto, terminó con 25 puntos y 10 rebotes en el triunfo de los Wolves en Denver por 104-112. Jimmy Butler, el otro básico de la noche, tendría 25 tantos; mientras que Jamal Crawford añadiría 20 puntos.
“Tengo mucha fe en mis compañeros y también en mí mismo. Del partido te quedas con lo que el propio partido te da”, comentó Butler al finalizar el choque.
Del lado de los locales, forzados a usar una alineación diferente por décimo tercera vez esta campaña debido a las bajas, tuvieron en Jamal Murray a su hombre más destacado con 30 puntos. Mason Plumlee sumaría 17 puntos y 10 rebotes, por los 22 tantos y 6 rebotes de Nikola Jokic.
“Las pérdidas de balón han sido una pesadilla recurrente durante toda la temporada”, explicaba Mike Malone, quien al menos pudo juntar por primera vez en la temporada a Jokic y a Plumlee como titulares.