A falta de encontrar nuevos calificativos para otra temporada tirada por Philadelphia 76ers, la noche de ayer sirvió para ver como Miami Heat ganaba en Pensilvania, sin querer, con sólo seis jugadores, estando cuatro de ellos en pista los 48 minutos que dura el partido; y para que los Sixers fuesen un paso más allá en su tanking al dejar el diseño de jugadas en manos de sus jugadores.
¿Por qué hizo ese planteamiento Erik Spoelsta? Sencillo. En la noche de ayer, más allá de la honrilla deportiva de ganar, Heat y 76ers se disputaban un pick para el próximo draft. Si Miami hubiese ganado y Brooklyn Nets perdido, la elección de los de Florida hubiese ido a parar, casi con total seguridad, a Philadelphia, ya que la tienen protegida para los diez primeros puestos.
El entrenador de Miami decidió trabajar poco y solo realizó dos sustituciones en toda la noche: una para sacar a Zoran Dragic y otra para volverlo a poner.
Si los de Miami no tenían ninguna motivación para vencer, el partido fue ideado de la misma manera en el otro bando, donde Brett Brown dejó sin jugar a sus mejores hombres y cedió su pizarra a sus jugadores, casos de Nerlens Noel y Joel Embiid, para que fuesen estos quienes preparasen las jugadas…
Con ese planteamiento, la incertidumbre se mantuvo hasta el último cuarto, ya que los Nets, que jugaban a la misma hora, estuvieron perdiendo durante gran parte de su partido, algo que dejaba la selección del draft en manos de lo que ocurriese en cancha de los Sixers. Finalmente los neoyorkinos ganaron y la disputa por perder quedó en nada.