Jayson Tatum fue uno de los focos de la selección estadounidense durante los Juegos Olímpicos de París. Pero no por las razones que cabría esperar. El alero de los Celtics, que venía de ganar su primer título en la NBA, tuvo que ver desde la banda el debut de su equipo ante Serbia y se quedaría de nuevo en el banquillo de cara a la revancha de semifinales ante Nikola Jokic y los suyos. Siendo el primer encuentro una paliza por 25 puntos y el segundo una remontada histórica de 13 tantos en el último cuarto.
El All-NBA mantuvo el silencio durante el torneo porque no pretendía desestabilizar al grupo, pero sabía que su poco tiempo de juego y ‘banquillazos’ estaba siendo uno de los temas más comentados en Estados Unidos. Ahora, con todo acabado, el de los Celtics se ha sentado a charlar con Jared Weiss para el portal The Athletic. «No estaba deprimido ni enfadado con el mundo. Me mantuve preparado cuando se me necesitó y gané el oro, ¿no?», argumenta.
Ya cuando Boston se calzó su decimoctavo anillo, Tatum hizo hincapié en todo el ruido que había rodeado al equipo en general y a él en particular. Lo cual repite en la entrevista. «Es una de esas ocasiones que se genera mucho debate. Primero fue que si yo era o no una superestrella. Después que si estaba preparado para ganar el campeonato. Ahora es sobre cómo puedo no estar en pista [en los JJ.OO.]. Acabo de ganar el anillo, es verano, debería tener un respiro donde poner ESPN y no escuchar mi nombre una y otra vez».
Tatum no tiene ningún reparo en admitir que llegó a la concentración del Team USA en una mala racha de tiro. «Sé que no metía un tiro. Es un ritmo extraño el que se tiene con la selección porque no sabes exactamente cuándo te va a llegar el balón y debes estar preparado. Pero por eso quiero venir precisamente y ya sabía a lo que me enfrentaba después de haber estado en Tokio».
(Fotografía de portada de Paul Harding/Getty Images)