Las personas de a pie, que habitamos una galaxia diferente a la que vive cualquier estrella NBA, pensamos que ganar un campeonato supone un estallido de alegría mayúsculo. Y sí, es cierto que el júbilo suele estar presente en todos y cada uno de los que alcanzan dicha gloria. Sin embargo, y esto es sobre todo llamativo en las superestrellas, la principal sensación que los jugadores dan en localizar tras ese bocinazo final es el alivio. Todas las leyendas del juego lo han sentido como emoción primaria en uno u otro momento de sus carreras. Normalmente asociado a sus más altas cimas. Y Jayson Tatum no es excepción.
Habiendo podido reflexionar sobre lo que significa ese faldón número 18 para los Boston Celtics, la estrella verde ha podio analizar que sintió exactamente en el momento de cerciorar ese ansiado Larry O´Brien. «Lo sentí como quitarme el peso del mundo de encima de mis hombros», admite. «He estado trabajando en ello mucho mucho tiempo. Me he quedado muy cerca unas cuantas veces y poder haber superado ese parapeto al fin es muy especial».
(Fotografía de portada de Billie Weiss/Getty Images)