Hablar de la carrera de Jayson Tatum es prácticamente hacerlo de la de Jaylen Brown, y viceversa. Con solo un año de diferencia en cuanto a sus aterrizajes en la NBA, la realidad es que han vivido juntos alegrías y decepciones mientras crecían para convertirse en lo que son hoy: dos All-Star, dos de los mejores jugadores de la competición estadounidense.
Con tal recorrido y unas Finales perdidas por el camino (en 2022), los Celtics se enfrentaban este verano a la trascendente decisión de dar el máximo salarial (o no) a Jaylen Brown. Acabando contrato en 2024, llegaba la hora de tomar un camino concreto y dejar clara cuál es la apuesta para las próximas campañas. Pues, pese a que al principio parecían reticentes, finalmente los verdes optaron por firmar al alero un contrato que supera los 300 millones de dólares.
Aunque la cifra puede asustar, la realidad es que es consecuencia de cómo ha ido subiendo el límite salarial en los últimos cursos y, por tanto, los salarios de los jugadores. Más allá de ello, lo que si ha generado debate es si Boston debía renovar a Brown o iniciar un nuevo camino. Cuestionado por ello, Jayson Tatum se alegra de la extensión firmada por su compañero y deja claro que está encantado de continuar a su lado.
«Es un contrato muy merecido. Era una obviedad que debía ser así. Así que estoy feliz por él y su familia. Es un cambio de vida. Tiene mucha importancia. Estoy feliz de que lo tengamos con nosotros durante mucho más tiempo. Estoy feliz por eso», comenta a Gary Washburn de The Boston Globe.
Siendo a estas alturas un consagrado All-Star, Brown viene de una campaña en la que promedió 26,6 puntos, 6,5 rebotes, 3,5 asistencias y 1,1 robos. Los números son realmente buenos, pero caer ante Miami Heat en las finales de la Conferencia Este, algo que ocurrió sin que él diese su mejor versión, hizo dudar a más de uno del rumbo que tomarían los Celtics.
(Fotografía de Maddie Meyer/Getty Images)