Cuando se supo que Jimmy Butler pedía salir de Minnesota, casi al unísono se dejó entrever que Tom Thibodeau no estaba por la labor de dejarle cambiar de aires con facilidades. El entrenador y presidente de los Timberwolves, quien ya tuvo al escolta en Chicago Bulls, parecía agarrarse a la esperanza de convencerlo para que continuase. Y puede que fuese así, ya que Glen Taylor, propietario de la franquicia de Minneapolis, asegura que a Thibs le cogió completamente por sorpresa la petición de Butler.
«Simplemente pienso que cuando le dijo al entrenador que quería irse, lo sorprendió. Él no estaba preparado para escuchar eso. Por supuesto que su plan era que Jimmy estaría aquí. Él lo quería aquí. Pero hay momentos en los que pienso que si Jimmy no quiere estar aquí, no sé cómo vamos a ser el equipo que necesitamos ser», comenta a 1500 ESPN.
Lo cierto es que la situación de Minnesota no es sencilla. Hace un año daba algunos de sus mejores talentos como Zach LaVine para hacerse con un All-Star que les ayudase a ser competitivos pensando a medio/largo plazo. Ahora ese escenario se ha derrumbado cual castillo de naipes con el añadido de que tienen claro que no podrán lograr un intercambio de equilibre el valor real de Butler.
«No conseguiremos el acuerdo perfecto. Lo sé. Pero tengo que intentar obtener el mejor posible. Y parte de eso, supongo, es tener paciencia conmigo mismo. La cuestión es que el calendario tampoco ha ayudado. Todos los equipos estaban armando sus plantillas y estaban centrados en esos sin querer ser interrumpidos en un momento que ni siquiera han establecido su trayectoria. Es un panorama que empieza a aclararse ahora. Algunos equipos han perdido partidos que no esperaban. Aún es pronto, pero creo que esos conjuntos son los que están más cerca de lograr un traspaso porque no estarán satisfechos con su situación», vaticina.
Mano dura
Minnesota ha hecho bien en mantenerse firme y en calma. Lejos de precipitarse ante la presión, están manejando la situación con vistas a lograr el mejor acuerdo en el momento idóneo. En cuanto a Thibodeau, varios informes señalan que nada más concluir la campaña pasada Butler le dijo que quería irse, algo que no refrendaría hasta agosto. Así, poca sorpresa puede haber más allá de que Thibs creyese que daría marcha atrás. Sea como fuere, el final de la historia está escrito a falta de conocer los protagonistas.