El regreso de Tiago Splitter a las canchas NBA está cercano. Tras más de un año de ausencia, el pívot brasileño pudo por fin jugar un partido oficial en la D-League. Splitter, de 32 años, fue asignado por los 76ers la semana pasada a su afiliado en la liga de desarrollo, jugando dos partidos con los Delaware 87ers. Philadelphia ha decidido recuperar ahora a Splitter para su equipo NBA, una prometedora señal para un jugador cuyas lesiones le han amargado en las dos últimas temporadas.
Más de un año de baja
Tiago Splitter disputó su último partido en la NBA el 31 de enero de 2016, como jugador de Atlanta. Una lesión de cadera le obligó a perderse lo que quedaba de temporada y unos muy especiales Juegos Olímpicos en su Brasil natal. Más problemas musculares le dejaron sin jugar en el inicio de la presente campaña. Necesitados de jugadores sanos para su lucha por los playoffs, los Hawks decidieron traspasarle a Philadelphia a cambio del más útil Ersan Ilyasova. Y es en la organización de los Sixers donde Splitter ha vuelto a sentirse jugador.
En su breve paso de dos partidos por la D-League, Splitter promedió 6,5 puntos y 5,5 rebotes en 13,8 minutos de media, sumando una victoria ante Reno y una derrota ante Windy City. La baja por lo que queda de temporada de Joel Embiid, el traspaso de Nerlens Noel a Dallas y los constantes problemas físicos de Jahlil Okafor han dejado a Richaun Holmes como el único pívot más o menos natural para los 76ers. En ese contexto, la recuperación de Tiago Splitter será un alivio para su entrenador Brett Brown.
Mirando al futuro
De forma no casual, la relación entre Brown y Splitter no es nueva. Ambos coincidieron durante los mejores años del pívot en San Antonio, con el técnico trabajando de asistente de Gregg Popovich. Esta confianza mutua fue clave para que Splitter termine la temporada en Philadelphia con la mirada puesta en la próxima campaña. Si las lesiones no han disminuido sustancialmente la productividad de Splitter, Philadelphia puede seguir siendo su hogar.