El partido ante los Spurs, aparte de regalarnos la canasta tras la bocina de Lillard, también trajo algún que otro inconveniente para el base de los Trail Blazers. La lesión que se produjo en el tobillo asustó al staff técnico cuando se produjo, pero luego las pruebas a las que se sometió descartaron rotura y el estado médico de Lillard ha sido calificado como «día a día».
«[Tras hacerme daño], quise volver al partido para probarme, pero la verdad es que dolía», señalaba el mismo jugador tras el encuentro. «Intenté seguir pero no tenía demasiado sentido seguir ahí».
En lo que va de temporada, Lillard está promediando 27 puntos y 6,2 asistencias por partido. El base tendrá algo menos de 48 horas para descansar, puesto que el siguiente choque de los Blazers es la noche del lunes ante los Raptors.