Es el fichaje con mayúsculas en los Knicks. La franquicia neoyorquina hizo todo lo posible por hacerse con Jalen Brunson –incluso traspasos para lograr mayor espacio salarial– y finalmente lograron firmarlo por cuatro años y 110 millones de dólares.
Era el movimiento que deseaban. Tras una mala campaña, en la organización de la Gran Manzana necesitaban revitalizar el proyecto. Contaban ya con jugadores jóvenes que han dado un paso al frente como R.J. Barrett, pero el camino hacia una mejora sustancial no podía pasar por simplemente seguir igual. Así lo entendieron y así actuaron.
Según informa Marc Berman de New York Post, la incorporación de Brunson ha revitalizado a la franquicia, empezando por Tom Thibodeau, quien estaría «extasiado» con la llegada del guard. Al head coach de New York le gustan las cualidades de su nuevo pupilo, e incluso está convencido de que puede llevar su juego a otro nivel, principalmente a través de la defensa.
Brunson ha llegado a los Knicks como una estrella. En los últimos playoffs promedió 21,6 puntos por noche con Dallas y en su nuevo equipo esperan que siendo la principal figura vaya más allá. En plan está claro, cuestión diferente es que este chico de 25 años esté preparado para ello. Será la primera vez que actúe como la pieza esencial de una organización. En dos meses sabremos si puede convertir tales expectativas en realidad.
(Fotografía de Sarah Stier/Getty Images)