Spurs 119 – Mavericks 96 (4-3)
Los Mavericks no pudieron completar la hazaña y cayeron en el séptimo partido de la serie ante los San Antonio Spurs.
Los hombres de Gregg Popovich dieron su mejor versión para dejar el partido cerrado antes del inicio del último cuarto, al que llegaron con 26 puntos de ventaja. Gran culpa de ello fue de Tony Parker, quien completó una gran actuación para acabar con 32 puntos, su mejor marca en los actuales Playoffs.
Además del base francés, tampoco faltaron a la cita sus dos compañeros de mil y un batallas, Manu Ginobili y Tim Duncan. El escolta argentino alcanzó los 20 puntos desde el banquillo; mientras que el de las Islas Vírgenes se fue hasta los 15 puntos y 8 rebotes.
Por parte de los Mavericks, Dirk Nowitzki fue de los pocos que estuvo al nivel de lo esperado al concluir el partido con 22 puntos y 9 rebotes. Monta Ellis en cambio estuvo muy lejos de la determinación y acierto que se le vio en anteriores partidos, acabando con 12 puntos y una serie de 3 de 11 en el lanzamiento.
Tan solo se encontró el jugador alemán de los Mavericks como para que el segundo máximo anotador del equipo llegase desde el banquillo, lugar desde el que Devin Harris consiguió 17 puntos.
Green confirma su recuperación
Tras cinco partidos en los que su juego fue para olvidar, Danny Green ha recuperado parte del nivel que le encumbró la pasada temporada como una de las piezas básicas del esquema de Popovich. Así, tras promediar poco más de tres puntos en esos cinco primeros partidos de la serie, el alero de los Spurs ha despertado para hacer 16 en el sexto y 17 en este último.
2-2 ante Portland en regular season
Una vez clasificados, a los de San Antonio les esperan los Portland Trail Blazers en las Semifinales de Conferencia, rival ante el que en temporada regular han obtenido un récord de 2-2 que puede dar lugar a una eliminatoria apasionante.
Popovich, feliz con estos Playoffs
Con esta serie, han sido cinco de las ocho las que han tenido que decidirse en el séptimo partido, algo que Gregg Popovich entiende que es maravilloso para los aficionados. «Creo que es genial para el baloncesto y para los fans. Manejar estas situaciones es una locura para los entrenadores, pero para el juego y todo el mundo, ha sido algo maravilloso», explicó.