Toronto avanza pese a una remontada épica de los Bucks

Nada es fácil para Toronto en playoffs. Con dos All-Stars legítimos como DeMar DeRozan y Kyle Lowry y con un buen surtido de secundarios, ver a los Raptors entre los cuatro mejores equipos del Este no sorprende. Pero una vez más dieron muestra de una dramática inconsistencia para lograrlo. El equipo canadiense ganó en Milwaukee por 89-92, logrando el pase a segunda ronda. Pero no antes de desperdiciar una ventaja de 25 puntos que parecía definitiva.

Principio perfecto para Toronto


Nunca en su historia los Raptors habían logrado ganar una serie sin esperar al último partido. Al descanso del sexto duelo contra los Bucks, todo estaba listo para romper 22 años de eliminatorias perdidas o ganadas a vida o muerte. Una gran primera mitad de DeMar DeRozan (32 puntos) y un efectivo ritmo ofensivo habían abierto hueco frente a Milwaukee, excesivamente dependiente de la inspiración de Giannis Antetokounmpo.

El jugador griego vació todas sus reservas, terminando con 34 puntos y 9 rebotes descansando durante menos de minuto y medio de partido. Sin embargo, su esfuerzo no servía. A mediados del tercer cuarto, Toronto se puso 25 puntos arriba, en lo que parecía la sentencia definitiva de los Bucks. Antetokounmpo seguía manteniendo la intensidad para buscar una remontada en la que muy pocos confiaban. Unos minutos después, todo Milwaukee fue creyente.

¿Milagro en Milwaukee?

Antetokounmpo fue la chispa, pero jugadores más apagados en el resto del partido como Khris Middleton (19 puntos) o Matthew Dellavedova (12) se prendieron pronto. Los Raptors no solo se veían superados en defensa, sino que su ofensiva se atascaba posesión tras posesión. El incendio definitivo estuvo en las manos de Jason Terry, primero levantando a la afición de Milwaukee desde el banquillo, y posteriormente desde la cancha.

Especialista en partidos con tanto en juego, un triple del veterano exterior le daba la vuelta completa al partido, poniendo a sus Bucks por delante a 3 minutos del final. El parcial asustaba: 32-6. Fue el clímax de una remontada que tardarán muchos años en olvidar en Milwaukee y, paradojicamente, el final del sueño. 5 puntos seguidos de los Raptors devolvían la ventaja a Toronto. La fatiga, que ya había aparecido en algunos fallos de tiros libres, se apoderó de los Bucks.

De vuelta a la realidad

Toronto volvía a ser incapaz de rematar, y Jason Terry volvía a aparecer con un triple a 16 segundos del final. Milwaukee tuvo una última oportunidad, tres abajo, para empatar el partido. Pero una posesión mal diseñada terminó con un mate de consolación de Antetokounmpo. Sin tiempos muertos, faltaban puntos y faltaban segundos en el marcador para seguir con vida. Los Raptors, sufriendo como es tradicional, estarán en segunda ronda.

Su rival será un viejo conocido. Los Cavs se interponen de nuevo en el camino de Toronto como en las Finales del Este de 2016, resueltas entonces con victoria de Cleveland a 6 partidos. El vigente campeón, aparentemente más vulnerable pese a barrer a Indiana, pondrá a prueba la crónica irregularidad de los Raptors. El equipo canadiense sabe perfectamente que LeBron James y compañía no perdonarán tanto como lo hizo Milwaukee.


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