La racha de siete victorias consecutivas de los Phoenix Suns llegó a su fin en el Scotiabank Arena. Los Toronto Raptors derrotaron al cuadro de Arizona por 112-105 para hacerse con su noveno triunfo de la temporada, demostrando su capacidad para poner en aprietos al que llegaba como uno de los equipos más en forma de la competición.
Los de Vogel no habían perdido un partido desde el regreso de Devin Booker, y lo cierto es que Booker estuvo… a medias. El base tuvo muchísimos problemas para sentirse cómodo ante la defensa canadiense, cuyo tamaño le dificultó encontrar tiros cómodos y le hizo quedarse en un pobre 2/12 en sus lanzamientos. Con solo 8 puntos, firmó su peor encuentro de lo que llevamos de temporada, y no logró compensar su desacierto a través de la creación para sus compañeros al quedarse en 5 asistencias.
Los visitantes se encomendaron pues a Kevin Durant, que se había perdido los últimos dos choques y volvió dispuesto a recuperar las riendas del equipo. Con 30 tantos, mantuvo con vida a los suyos hasta el final, e incluso se erigió aún más como líder en el último cuarto, en el que llegaron 11 de sus puntos pero en el que no pudo con un Scottie Barnes en estado de gracia.
Barnes no anotó tanto como KD a lo largo de la noche, pero con 12 de sus 23 tantos en el último cuarto se encargó de asegurarse de que el triunfo se quedase en Toronto. Cada vez más consolidado como líder del equipo, terminó como máximo anotador por delante de los 22 que sumó Pascal Siakam, aunque los locales contaron con aportaciones igualmente importantes de Jakob Poeltl, autor de 17 puntos, y de Dennis Schröder, quien no estuvo fino en el tiro (3/11) pero sumó 12 asistencias y anotó la canasta que dejó el triunfo casi decidido a falta de 24 segundos.
El triunfo aferra a los Raptors a los puestos de play-in del Este, y sigue confirmándolos como un equipo que, pese a sus limitaciones, puede ser un escollo para cualquiera. Aún tendrán que llegar decisiones desde las oficinas que terminen de dar forma al proyecto, pero el potencial desde luego está ahí.
(Fotografía de portada: Andrew Lahodynskyj/Getty Images)