¿De serie finiquitada a posible debacle? La eliminatoria de primera ronda de playoffs que están disputando Philadelphia y Toronto ha cambiado de aire cuando nadie lo esperaba. Tras empezar 3-0 perdiendo, los Raptors han salvado dos match ball para volver ahora a casa con la posibilidad de forzar el séptimo partido; y sí, en ese escenario todo es posible.
Los canadienses asaltaron anoche el Wells Fargo Center, y no de cualquier manera, sino con una autoridad que puede disparar las alarmas. Tras un primer cuarto igualado, iniciaron el segundo con un parcial de 12-0 que les colocó hasta 14 puntos arriba. Desde ese momento manejaron el encuentro con mano de hierro para dejar a los Sixers en un 38,3% en tiros de campo (51,2% para ellos) y forzar hasta 16 pérdidas de su rival. Fue un ejercicio perfecto de principio a fin, y eso que no contaban con Fred VanVleet por un problema en la cadera.
«Hemos generado muy buenas posiciones de rito la mayor parte de la serie. Todavía no habíamos lanzado demasiado bien. Hoy dije a los muchachos que sería un buen día para avanzar y empezar a convertir algunos de esos tiros abiertos», comenta Nick Nurse, head coach de los Raptors.
Dicho y hecho. Toronto fue mejor lanzando a canasta, pero también en el resto de facetas del juego. Reboteó más, asistió más, apenas perdió balones… Tuvo el control absoluto bajo el liderazgo de Pascal Siakam, quien fue el mejor sin duda con 23 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias. Junto a él destacaron también OG Anunoby y Gary Trent Jr. con 16 puntos, así como Precious Achiwa, con 17 tantos desde el banquillo.
Embiid se exige más
Todos sabemos que Joel Embiid está jugando con una lesión en el pulgar derecho, pero ello no le impidió firmar anoche 20 puntos y 11 rebotes; eso sí, no terminó nada contento con su labor defensiva, tal y como señaló al concluir el encuentro. «Estuve terrible en defensa. Realmente no hay una explicación. Solo tengo que jugar con más energía, mover mis pies mejor. Solo tengo que ser mejor», expresa tras caer ante los Raptors.
A falta de la mejor versión del pívot, se esperaba que James Harden diese un paso al frente. No ocurrió. La Barba se quedó en 15 puntos y 7 asistencias con un 4 de 11 en tiros de campo. Básicamente los 76ers no encontraron soluciones en ningún momento del choque. Para Doc Rivers, la clave estuvo en la mayor energía que mostraron los canadienses sobre el parqué.
«Fueron el equipo más duro toda la noche, fueron más físicos durante toda la noche. No creo que fuera el segundo cuarto. Fue algo continuo durante todo el partido», sentencia el entrenador jefe de los de Pensilvania.
(Fotografía de Tim Nwachukwu/Getty Images)