Buena noticia para Minnesota Timberwolves. Los de Minneapolis, inmersos en una carrera contrarreloj por apurar sus opciones de playoffs, saben ya que podrán contar con Karl-Anthony Towns de cara al trascendental partido de esta noche ante Sacramento Kings.
El pívot, jugador franquicia del equipo, sufrió un accidente automovilístico el jueves cuando se dirigía al aeropuerto de Minnesota. Pese a que se le permitió viajar con el equipo a Nueva York, los servicios médicos de la NBA decidieron finalmente que debía pasar por el protocolo de conmociones cerebrales, lo que le ha hecho perderse dos partidos –victoria ante Knicks y derrota contra los Bucks–.
La participación de Towns se antoja vital en el encuentro con Sacramento. Los de California son actualmente novenos con un balance de 31-28; es decir, tres partidos por delante de los Timberwolves. Ganarles es vital para las aspiraciones de postemporada. Contar con Towns, quien promedia 23,1 puntos, 12 rebotes y 1,8 tapones, puede marcar la diferencia.
Un milagro
Más allá de volver a las pistas, Towns está más que feliz por haber salido prácticamente ileso del accidente, ya que cree que las probabilidades de que ocurriese así era muy reducida. «Diría que tenía un cinco por ciento de posibilidades de salir con vida, así que ese cinco por ciento lo alcancé. Luego tenía un cuatro por ciento de opciones de tener lesiones graves y un uno por ciento de que fuesen lesiones leves. Salí de allí con ese uno por ciento», comenta.
Jugándolo todo
Towns había sido hasta el momento una roca a nivel físico. Elegido como número 1 del Draft de 2015, este chico formado en la Universidad de Kentucky lo había jugado absolutamente todo hasta este momento. Echando números: llevaba disputados 303 partidos como titular de manera ininterrumpida en temporada regular desde su debut. Se trata de la racha más larga desde la campaña 1970-71, según datos de NBA.com.
(Fotografía de Christian Petersen/Getty Images)