Karl-Anthony Towns ha vuelto a jugar tras 51 partidos de ausencia, y su regreso no podría haber sido mejor. El pívot se encargó de dar la victoria a los suyos anotando dos tiros libres a falta de 3,6 segundos que pusieron el definitivo 125-124 en el marcador, tumbando a los Hawks de forma agónica y dando un triunfo clave a sus Timberwolves. El cuadro de Minnesota continúa aferrado a la pelea por la sexta posición del Oeste, y con el pívot de regreso y Anthony Edwards cerca de volver también a las pistas, hay motivos para la esperanza.
Towns dispuso de 26 minutos sobre la pista, en los que tuvo tiempo para sumar 22 puntos (8/18 en el tiro), capturar 4 rebotes y repartir 3 asistencias. Si bien estuvo algo desacertado en los compases finales, Finch confío en él para asumir la última posesión de los suyos en el encuentro, y el pívot la aprovechó para penetrar a canasta y forzar la falta de John Collins que le llevó a la línea de personal. Desde allí, no le tembló la muñeca y puso la guinda perfecta a su retorno a las pistas, convirtiendo dos tiros libres que valieron el 37º triunfo de la temporada.
«Gracias a Finch por tener esa confianza en mí después de 51 partidos y de todo por lo que he tenido que pasar» comentó tras el choque. «Estaba convencido de que no iba a fallar».
Karl terminó como tercer anotador de los suyos, faceta en la que destacaron Naz Reid y Jaden McDaniels con 26 y 25 tantos respectivamente. Reid fue en concreto fundamental en el último tramo del duelo, pues 13 de sus puntos llegaron en el último cuarto y permitieron a los locales llegar vivos a la última posesión.
Polémica final
Con todo, el choque no estuvo exento de polémica, pues la acción con la que los Hawks buscaron recuperar la ventaja en el último segundo trajo consigo una decisión controvertida. Después de que De’Andre Hunter fallara su intento desde el triple, Sadiqq Bey trató de palmear el rebote cuando aún quedaban unas pocas décimas en el crono, momento en que, debido al contacto con Taurean Prince, cayó al suelo. El jugador protestó desde el parqué mientras la bocina sonaba y el Target Center celebraba el triunfo, y más tarde los colegiados le dieron la razón.
«En la revisión postpartido lo hemos visto» comentó Ben Taylor, árbitro principal. «Parece que Prince se mueve hacia atrás e invade el espacio de Bey, así que teníamos que haber pitado falta en esa jugada».
La acción, sin embargo, no fue señalizada a tiempo, y Atlanta sumó un nuevo tropiezo con el que vuelve a caer por debajo del 50% de victorias y sigue sin poder tomar oxígeno sobre sus perseguidores por la octava plaza del Este. Trae Young, con 31 puntos y 8 asistencias, trató de comandar al equipo, pero su desacierto en el tiro (6/16) empañó un tanto su actuación y le impidió terminar de dar la puntilla a los Wolves en el tramo final. Hunter, Bey y Collins le siguieron con 16 tantos cada uno, aportación que fue insuficiente para acabar sellando un triunfo que parecía en su mano cuando se colocaron 11 arriba a falta de 8 minutos (98-109).
(Fotografía de portada: David Berding/Getty Images)