Los Atlanta Hawks han vuelto a ganar más de dos semanas después de su última victoria. El cuadro de Georgia ha puesto fin a una funesta racha de ocho derrotas consecutivas al vencer en Detroit por 130-132, agarrándose a sus opciones de luchar por los puestos de playoffs derrotando a un rival directo.
El triunfo llegó por obra y gracia de Trae Young, que, con el duelo empatado y una posesión por delante, se encargó de desnivelarlo con una canasta de auténtico killer. Pese a la gran defensa de Malik Beasley, que forzó un complicadísimo step-back desde más de 6 metros, el base silenció al Little Caesars Arena con una acción de puro talento, una acción equivalente a un nuevo pitido en un electrocardiograma que llevaba siendo plano desde el pasado 18 de enero.
TRAE YOUNG. GAME WINNER. 🥶🚨
— NBA (@NBA) February 4, 2025
They call him Ice Trae for a reason… pic.twitter.com/0sFoA4mbsZ
Trae se fue así hasta los 34 puntos, con los que lideró el encuentro gracias a su acierto exterior (4/8) y a su capacidad para generarse viajes a la línea de tiro libre, desde donde estuvo bastante eficaz (12/14). El base se encargó además de crear para sus compañeros con 9 asistencias, contribuyendo a que otros seis hombres visitantes estuvieran en dobles dígitos.
Entre ellos, destacaron De’Andre Hunter, con 20 tantos, y Dyson Daniels, que sumó 19 pero se encargó como de costumbre de llenar toda la hoja estadística. El escolta aportó 7 asistencias, 6 rebotes, 4 robos y 3 tapones, firmando otra de esas actuaciones omnipresentes que le han hecho tan importante para los de Snyder.
Frenando a Cade
El éxito de Atlanta residió también en su capacidad para forzar una noche poco efectiva de Cade Cunningham, que se quedó en un pobre 8/23 en tiros de campo. A pesar de ello, su perfecto 13/13 en tiros libres le permitió llegar a los 30 puntos, a los que añadió 14 asistencias en un genial doble-doble, pero su notable dificultad para anotar con comodidad lastró a los Pistons a lo largo de la noche.
El tamaño de los defensores visitantes le puso en serios problemas a la hora de finalizar acciones cerca de la canasta, y su 1/6 en triples le impidió compensar esto desde el perímetro. Así, en un duelo que se decidió por detalles, Detroit echó de menos su eficiencia, especialmente en una noche en la que tanto Tobias Harris desde la media distancia como Malik Beasley desde el triple fueron grandes apoyos.
(Fotografía de portada: Rick Osentoski-Imagn Images)
