La visita al Madison Square Garden se saldó con susto para los Hawks cuando Trae Young cayó al suelo de forma extraña tras lanzar un floater. El base se llevó las manos al tobillo izquierdo con un evidente gesto de dolor, tuvo que ser sustituido y no pudo abandonar la pista por su propio pie, lo que llevó el miedo a los de Atlanta ante una posible lesión grave de su mejor jugador.
Esto, no obstante, parece descartado. Las pruebas de rayos X reportaron resultados negativos, según asegura Marc Stein, periodista del New York Times, lo que apunta a que no se trata de una lesión especialmente dura. Con todo, Young se someterá a una resonancia a lo largo del día de hoy, lo que ayudará a los Hawks a determinar cuánto se prolongará su ausencia.
«Dios me ha cubierto las espaldas estas vez. Estaré de vuelta pronto» publicó el jugador en su cuenta de Twitter. Trae, que solo pudo jugar 29 minutos, terminó el choque con 20 puntos y 14 asistencias y estaba ayudando a los suyos a forjar una ventaja sólida hasta que tuvo lugar el incidente. Sin él, sus compañeros no pudieron mantener dicha distancia y acabaron cayendo en la prórroga.
(Fotografía de portada: Kevin C. Cox/Getty Images)