Con 1,85 metros de altura, Trae Young se encuentra en al lista de jugadores de menor tamaño de la NBA en la actualidad, pero eso no le ha impedido ser uno de los más talentosos. Tanto es así, que él mismo cree que sin el hándicap de la altura podría llegar mucho más lejos en su carrera, o al menos así lo ha afirmado en su aparición en el podcast Million Dollaz Worth of Game.
«Solía odiar a los jugadores que simplemente eran altos. Salían ahí y eso era todo lo que tenían» comentó. «Siento que si yo midiese dos metros sería el mejor jugador jamás visto, por mi mentalidad y mi inteligencia a la hora de jugar. Pero hay muchas dificultades que enfrentar al ser más bajito. Mido 1,85 y estoy jugando a un deporte de hombres altos».
No está claro hasta qué punto Young está siendo literal en sus palabras o está siendo algo hiperbólico para exponer su punto, en el que no hay duda de que tiene algo de razón. Sus carencias físicas le suponen problemas a la hora de finalizar cerca del aro, de ejecutar determinados pases ante defensas que se cierran sobre él y sobre todo de defender, pero a su vez es importante tener siempre en cuenta que muchos jugadores desarrollan determinadas habilidades como forma de tapar sus carencias. Por tanto, es también muy posible que de no haber tenido problemas para finalizar cerca del aro no hubiese desarrollado un rango tan amplio en el tiro de tres, o de no haber sufrido para poder ejecutar ciertos pases no se habría vuelto tan imaginativo a la hora de darlos.
Midiendo 2 metros, Young sería un jugador diferente. Podría hacer algunas cosas que no hace ahora pero tal vez no habría aprendido a hacer las que lo hacen tan especial, dejando estas declaraciones en una pequeña boutade en la que simplemente busca poner en valor su habilidad para leer e interpretar el juego.
(Fotografía de portada: Kevin C. Cox/Getty Images)