En una rocambolesca lesión, Enes Kanter se rompió el antebrazo al soltarle un mandoble a una silla, algo que sin duda fue del todo innecesario e hizo que los Thunder no pudiesen contar con él durante unas semanas.
Tras pasar con éxito por quirófano en enero, el pívot reapareció ayer en los entrenamientos y participó en una sesión sin contacto físico. Los progresos del jugador han ido más rápidos de lo que se creía en un primer momento, ya que se esperaba que estuviera fuera unos dos meses, y será reevaluado de nuevo dentro de una semana.
“Si logramos entrenar, pero él no es capaz de postear en defensa porque no puede usar su antebrazo, está muy claro que no podrá jugar el viernes [a la vuelta del parón por el All-Star]”, comentó el entrenador Billy Donovan. “Si está teniendo dolor por jugar y golpearse, teniendo contactos, probablemente no vaya a jugar”.
En lo que va de temporada, Kanter está promediando 14,4 puntos y 6,7 rebotes en los 47 partidos que ha disputado.