Cleveland mantiene su condición de invicto tras una dura prueba ante uno de los candidatos más serios a desafiar su reinado en el Este. Toronto, finalista de Conferencia en la temporada pasada, fue un desafío especialmente en la defensiva, ayudado en ataque por las ráfagas ofensivas de DeMar DeRozan. Aun así, los Cavaliers pudieron mantener intacta su jerarquía, llevándose la victoria por 91-94 en un ajustado final resuelto, como meses atrás en el Game 7 de las Finales NBA, con un triple de Kyrie Irving.
Un trío en buen estado
El base se está consagrando como el máximo anotador de los Cavs en este comienzo de temporada, dejando la distribución en manos de LeBron James (21 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias) y a Kevin Love (18 puntos y 10 rebotes) como peligrosa tercera referencia ofensiva. Los Cavs tuvieron momentos de buena circulación de balón, pero delante se encontró con un rival también sólido, bien conjuntado y dirigido.
Con pocos secretos a resolver entre ambos equipos, el partido fue igualado, aunque los Cavs mantuvieron una ligera ventaja durante gran parte del partido que pudieron administrar con éxito.
Toronto se mantuvo a flote, pese a otro irregular partido de Kyle Lowry, gracias a DeMar DeRozan (32 puntos) y a un buen partido de su banquillo, destacando el novato austriaco Jakob Poeltl con 9 puntos y 7 rebotes en solo 11 minutos. Los Raptors entraron en el último minuto con el partido abierto y un prometedor empate a 91 rematado con un mate descomunal de DeRozan sobre un sorprendido Tristan Thompson.
Get out the way! #RTZ https://t.co/6S5d2YknFX
— x – Toronto Raptors (@Raptors) October 29, 2016
Recuerdos de la Bay Area
El público canadiense esperaba tomarse la venganza de su derrota en las Finales de Conferencia pero, otra vez, Kyrie Irving rio el último. Un triple del base a 44 segundos del final congeló Toronto, como meses atrás lo hizo en Oakland.
Kyrie Irving hits the ice-cold trey to put the Cavs up 3! https://t.co/Kt2TD9Uxw3
— Cavaliers Nation (@WeAreCavsNation) October 29, 2016
Quedaba todavía tiempo para que los Raptors pudieran darle la vuelta al partido, pero nada entró, incluyendo un triple absolutamente sin oposición de Patrick Patterson. El equipo canadiense volvió a levantarse en armas para desafiar la dictadura de LeBron James pero, de nuevo, se quedaron cortos.