La noche del viernes en el Quicken Loans Arena no sólo cambió la mentalidad ofensiva de los Cavaliers, demoledores sobre el aro rival, sino que también algo varió en las actitudes personales de los jugadores de Cleveland con respecto a los tres anteriores partidos. Lo que sucedió en el cuarto encuentro fue que la plantilla de los Cavs se mostró menos amable con los rivales de los Warriors, tiró de más intimidación oral, de intentos de desconcentración mediante la herramienta clásica del trash talking. Y eso fue del agrado de Tyronn Lue.
“Personalmente, me gustó”, apuntaba el entrenador este domingo, en declaraciones recogidas por Ben Golliver, de Sports Illustrated. “En los primeros dos partidos estábamos siendo muy amables. En los primeros tres encuentros, ayudando a la gente a levantarse del suelo, sonriendo, hablando con los otros (Warriors). Y no, no me gustó eso”.
El cambió en el Game 4 de ese tipo de actitudes es algo que Lue valora positivamente. Y no renuncia a ningún elemento que le pueda llevar al triunfo: “El trash talking, el ser más físicos, cualquier cosa que tengas que hacer de cara a obtener esa ventaja para ganar, has de hacerla”.