Ayer en el Timberwolves-Blazers se vio una escena inusual. Todo estaba listo para empezar en Minnesota cuando algo sorprendía a la vista. Nickeil Alexander-Walker figuraba en el quinteto titular en sustitución de Anthony Edwards cuando la estrella de los Wolves había realizado la previa con total normalidad. Pocos segundos después, ya con el balón en el aire para que lo disputasen Rudy Gobert y Duop Reath, Edwards aparecía al lado de la mesa de anotadores esperando para saltar a jugar cuando el árbitro habilitase el cambio.
«Perdí la noción del tiempo», aseguraba el escolta tras el encuentro. Normalmente en los partidos de casa, Edwards finaliza su rutina de calentamientos en el túnel de vestuarios. Allí pasa los últimos minutos de su ritual previo al partido, realizando ejercicios anaeróbicos con unas cintas de resistencia. Lo usual es que lo haga en presencia de algún miembro del staff o cualquier compañero, pero ayer los terminó en solitario, provocando que no fuese consciente de que el encuentro iba a comenzar de forma inminente.
Tan pronto como se percató, Edwards se atavió con el uniforme de juego y pidió el cambio a los árbitros de banda. Este despiste le ha costado al de los Wolves la primera suplencia desde su año rookie. Al menos tiene una anécdota más que contar en su infinito repertorio.
(Fotografía de portada de Michael Reaves/Getty Images)