Sublime. El espectáculo que dio Kemba Walker durante la segunda mitad solamente puede tacharse como sublime.
El jugador de los Hornets logró 35 de sus 42 puntos durante el segundo período, pero ni ese desempeño fue suficiente para detener a los Magic, que se llevaron el triunfo por 94-102.
«Tuve la mejor noche de mi carrera, un gran encuentro, pero no fue suficiente», señalaba de manera triste Walker. «Nuestro problema no fue el ataque, sino la defensa. No hemos ejecutado nuestro plan de juego como teníamos pensado».
En frente tenía a unos Magic más acertados a nivel grupal, destacando las actuaciones de un omnipresente Nikola Vucevic con 22 puntos y 11 rebotes, por los 21 tantos de Tobias Harris, así como los 13 de Victor Oladipo.
«En otras ocasiones no hubiéramos sido capaces de mantener la ventaja. Ellos hicieron varios contraataques, pero nunca dieron ese paso definitivo para empatar el partido y nosotros hemos sido capaces de mantenerles a raya», agregó Vucevic.