Un genial LaMelo Ball se lleva el estelar duelo ante Jayson Tatum

Duelo de estrellas en Charlotte. Lo que en principio se podía imaginar como un partido desequilibrado entre Hornets y Celtics, no sólo no lo fue, sino que dio un tremendo espectáculo firmado por dos de los mejores jugadores de la NBA: LaMelo Ball y Jayson Tatum.

El alero de Boston llegó a Carolina del Norte para dejar claro que él es el jefe de los verdes. Mientras sus compañeros pasaban una dura noche (15 de 42 en tiros de campo entre Jaylen Brown, Jrue Holiday y Kristaps Porzingis), él se echaba el equipo a las espaldas con su actuación más anotadora del actual curso: 45 puntos a los que añadió la barbaridad de 13 rebotes y 6 asistencias. ¿Merecía el premio de la victoria? Puede, pero hubo quien tenía otros planes.

Si Tatum maravilló llevando a los suyos, frente él se plantó un LaMelo Ball que puso todo su talento manos a la obra para evitarlo. El base rozó el triple-doble con 36 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias, y lo que es más importante, logró la canasta que forzó la prórroga. Ya en ella, sus puntos y pases de canasta fueron determinantes para que los aficionados locales explotasen de júbilo con el 121-118 final.

La balanza se terminó decantando hacia Charlotte, pero casi podemos hablar de milagro. Boston estaba ganando por nueve puntos a falta de 2:20 minutos para el final y desde ese momento encajaron un parcial de 9-0… Especialmente doloroso para los de Joe Mazzulla fue ver a Jrue Holiday errar dos tiros libres cuando solo vencían de dos y quedaban 10 segundos. Simplemente lo tuvieron en su mano. Ya en la prórroga, de nuevo fue la línea de personal la que les sentenció. Tatum tuvo tres tiros libres para empatar el choque a cinco segundos del final y falló el tercero… Momentos puntuales. Momentos decisivos.

«¿Si me sorprendió? Sí, me sorprendió. Se sintió bien, simplemente no entró», comenta Tatum sobre el mencionado tiro libre antes de dejar claro que necesitan recuperar la determinación del inicio de la temporada. «Tenemos que reagruparnos. Tuvimos seis victorias seguidas y es fácil volverse complaciente. Lo pagamos esta noche», sentencia.

Clifford pide un paso más a sus chicos

Para un equipo que llevaba un balance de 3-9, es obvio que derrotar a uno de los aspirantes al anillo no es un logro menor. Sin embargo, el head coach de los Hornets, Steve Clifford, entiende que el verdadero objetivo no es brillar una noche puntual, sino ser capaces de ir más allá y demostrar de forma constante que ese es el nivel del equipo. «Esta liga no va de conseguir una gran victoria. Aquí se trata de si podemos volver y jugar igual de bien el miércoles por la noche», comenta retando a sus chicos.

(Fotografía de Jacob Kupferman/Getty Images)


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