Los Sacramento Kings siguen intentando recuperar las posiciones que su pobre inicio de curso les ha hecho perder. El cuadro de Mike Brown ha sumado su cuarto triunfo en cinco partidos y ha vuelto a colocarse con un 50% de victorias (13-13) tras imponerse a Nueva Orleans por 109-111, acercándose a unos puestos de play-in de los que amenazaba con descolgarse. Los californianos sufrieron ante unos Pelicans que han ido recuperando efectivos y empiezan a ser más reconocibles, pero confiaron en un inspirado Domantas Sabonis para liderarlos hacia el triunfo.
El lituano castigó las carencias de los locales en el juego interior para convertirse en amo y señor de la pintura, desde donde llegaron 14 de sus 15 lanzamientos y donde presumió de una enorme efectividad (10/14). Así, logró irse hasta los 32 tantos, y extendió su poderío también al rebote para alcanzar las 20 capturas, convirtiéndose en el primer jugador en firmar un 30+20 en puntos y rebotes en lo que va de curso. Su dominio llevó a los suyos en volandas durante gran parte de la noche, pero con la llegada del cuarto parcial se fue apagando y llegó el turno de que otros le dieran el relevo.
Curiosamente no fue DeMar DeRozan, su principal aliado durante todo el duelo con 29 tantos, el que más ayudó en este sentido, sino que fueron Keegan Murray y De’Aron Fox, ambos autores de 18, los que asumieron el peso anotador y se combinaron para 14 de los 20 puntos que convirtió Sacramento en todo el último cuarto. Con sus dos referentes más desaparecidos, los de Brown empezaron a tener problemas para sumar y estuvieron cerca de tirar por la borda un encuentro en el que ganaban por 10 a falta de 3 minutos (99-109), pero, pese al empecinamiento de C.J. McCollum, acabaron sobreviviendo.
McCollum se queda a las puertas
Y es que el ex de los Blazers, con 17 de sus 36 tantos en el tramo final, estuvo cerca de regalar un milagro a los presentes en el Smoothie King Arena, que sin embargo vieron a los suyos nadar para morir en la orilla. Los de Willie Green llegaron a contar con dos opciones para forzar la prórroga, pero primero el propio McCollum, que buscó un floater a tablero, y luego Dejounte Murray, que fue taponado por Keegan cuando iba a lanzar desde el tiro libre, las desperdiciaron, permitiendo a los visitantes respirar con alivio. Aunque con más sufrimiento del esperado, el triunfo se iba con ellos a California.
NOLA, por su parte, ve como otra derrota, la 21ª en 26 encuentros, se suma a su casillero y los hunde aún más como peor equipo del Oeste. Aun con las bajas de Zion Williamson y Brandon Ingram, supieron encontrar los suficientes recursos como para plantar cara, pero no pudieron dar una alegría a unos aficionados que no han recibido sino malas noticias este curso.
(Fotografía de portada: Ezra Shaw/Getty Images)