Los Wizards recuperaron a Bradley Beal tras tres partidos de baja y, quizás no casualmente, lograron cerrar su racha de tres derrotas consecutivas. El equipo entrenado por Scott Brooks recupera la senda de la victoria ante unos Knicks cuya defensa volvió a dejar señales preocupantes. Pese al mejor partido de Derrick Rose desde su llegada al equipo, la franquicia neoyorkina acabó cayendo por 119-112.
24 horas después
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— Washington Wizards (@WashWizards) November 18, 2016
El cambio de sensaciones de ambos equipos fue notorio respecto a la noche anterior. Los Wizards venían de una dolorosa derrota en Philadelphia mientras que Kristaps Porzingis había levantado al Madison Square Garden ante Detroit. Quizás por hambre, Washington salió con una espina clavada y una urgencia que los Knicks tardaron mucho en encontrar pese a un tímido buen inicio. El regreso de Bradley Beal y un Otto Porter en trayectoria ascendiente lanzaron a los Wizards a abrir las primeras diferencias. Incluso con un John Wall que arrancó frío, el marcador era de 52-42 al descanso.
Y, en el tercer cuarto, Wall rompió el partido. El base anotó en ese periodo 13 de sus 23 puntos totales, a los que añadiría 11 asistencias. La explosión de la estrella de los Wizards, sumada a los 21 puntos de Otto Porter y los 18 de Bradley Beal, llevó a su equipo a dominar por 27 puntos a mediados del tercer cuarto. Eso sí, los Knicks no quisieron rendirse más temprano de lo previsto, y de la mano de sus dos bases buscaron una remontada casi imposible.
El canto del cisne
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Con Derrick Rose (27 puntos) y Brandon Jennings (17 y 10 asistencias) de arietes, New York evitó que la afición de los Wizards pudiera celebrar antes de tiempo la victoria. Los Knicks anotaron 47 puntos en el último cuarto, el parcial más anotador del equipo neoyorkino desde 1988. Eso sí, el partido se le hizo demasiado corto y acabaron viendo como los Wizards arrancaban un triunfo enormemente necesario para la salud interna del vestuario.
Pese a ello, Washington sigue compartiendo el penúltimo puesto del Este con Miami (3-8), aunque dando un empujón de moral ante un equipo que raramente ha tenido a sus mejores jugadores disponibles al mismo tiempo. Esta vez, los Wizards cortaron a New York la posibilidad de volver al 50% de victorias y marcharse a dormir empatados en el 8º puesto de su Conferencia.