Un James Harden vintage pilla desprevenidos a los Mavericks

El hype de los Mavericks quedó rápidamente disuelto en el arranque de los playoffs. Los texanos, que llegaban con muchas expectativas al Game 1, especialmente una vez confirmada la ausencia de Kawhi Leonard, se dieron de bruces con la realidad y acabaron cayendo de forma clara ante unos Clippers mucho más serios. Los angelinos se llevaron el Game 1 por 109-97, un marcador mucho más apretado de lo que se vivió realmente durante la noche y que está lejos de reflejar fielmente la superioridad de los de Tyronn Lue.

Y es que los locales se fueron al descanso ganando por 26 puntos, gracias en gran medida a un James Harden que parecía traído en una máquina del tiempo de su etapa en Houston. Con su agresividad en aclarados y sus habituales triples en step-back, anotó 20 de sus 28 puntos en la primera mitad, en la que fue una pesadilla para unos Mavs que también sufrieron para contener a Ivica Zubac. Contra todo pronóstico, los de Lue arrancaron el partido nutriendo al croata en el poste para castigar por ahí a la defensa visitante, y este respondió con 10 de sus 20 tantos en el primer cuarto para marcar el tono de la noche.

No obstante, la gran diferencia de la primera mitad estuvo en el otro aro, en el que Dallas apenas consiguió anotar hasta el punto de que concluir el segundo cuarto convirtiendo solo 8 tantos. La defensa angelina fue brillante, conteniendo a Luka Doncic en el uno contra uno y en el pick & roll pero sin regalar excesivos espacios por dentro, evitando que pudiera asociarse con Gafford o Lively y obligándole a tomar tiros bien defendidos o a abrir el balón a tiradores menos eficientes. Y estos no respondieron.

A ratos por la buena defensa, a ratos por el desacierto más absoluto, pero el ataque de los Mavericks no hizo acto de presencia en el segundo periodo. No entraban los triples (2/18), no culminaban los alley-oops y no eran capaces ni de finalizar algunas canastas bajo el aro en contraataque, Dallas se fue al descanso sin haber encontrado prácticamente forma de meterle mano a la maraña local, y aunque la cosa cambió en la segunda parte, ya era demasiado tarde.

Kyrie Irving, con 20 puntos en el tercer cuarto, intentó levantar a los suyos de la lona, y Luka Doncic, tras un partido muy frustrante para él en el que nada terminó de salirle, empezó a encontrarse por fin el cuarto periodo, en el que llegaron 13 de sus tantos. Pero estos números solo sirvieron para maquillar el resultado final, pues los texanos nunca llegaron a colocarse realmente cerca como para creer en la remontada. Cada intento de reacción era contenido de una manera u otra, normalmente por un Paul George que tomó el relevo de Harden tras el descanso, y la distancia se mantuvo entre los 15 y los 20 puntos prácticamente hasta los últimos minutos.

No obstante, la segunda mitad sirvió para sacudirse el desastre de la primera y empezar a recuperar sensaciones de cara a un Game 2 bastante trascendental. Porque volver a Dallas con un 2-0 sin que Kawhi haya pisado la pista sería dramático para los Mavs, que ya han sido pillados por sorpresa una vez pero que no pueden dejar que el error se repita. O de lo contrario estarán en probemas.

(Fotografía de portada: Ronald Martínez/Getty Images)


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