Un inmaculado Nenê Hilario muestra el camino a Houston

Houston Rockets ha sobrevivido a Russell Westbrook. En un partido discreto de James Harden, el banquillo de los Rockets, que se fue hasta los 64 puntos incluyendo 28 de un inmaculado Nene Hilario, resolvió la papeleta para los de Texas, que remontaron 14 puntos de déficit en el tercer cuarto para terminar imponiéndose 109-113 y poner el 3-1 en la eliminatoria.

Hablamos de sobrevivir por que en esta vida hay cosas impresionantes y luego está Russell Westbrook. Será o no MVP –el 26 de junio lo sabremos–, pero irse al descanso con 17 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias se queda sin adjetivos. Con este triple-doble, al final fueron 35 puntos, 14 rebotes y 14 asistencias, conseguía además su tercero consecutivo en playoffs, algo que nadie lograba desde 1967, año en el que Wilt Chamberlain se fue hasta cuatro seguidos. El baloncesto total de Russell parece no conocer límites.

Mientras, James Harden protagonizaba la otra cara de la moneda con un primer tiempo muy lejos de su verdadero nivel para quedarse en 6 puntos y un 2 de 9 en tiros. No estaba bien La Barba, pero el problema de los Rockets parecía ir más encaminado a la intensidad del bloque, ya que al descanso se fueron tras recibir 14 tapones y no poner ni uno. Con todo, el partido estaba tan abierto como el 58-54 que indicaba el marcador.

A falta de Harden…

Es la suerte de estar bien acompañado. Si al descanso iban 6 puntos, a falta de seis minutos para el cierre del partido eran solo 8. Con esa dinámica muchos podrían pensar que Houston no tenía nada que hacer, pero es que tras su jugador franquicia hay otros muchos que pueden hacer ‘pupita’.

Para empezar, Nene Hilario estuvo imperial. Fueron 28 puntos (máxima de su carrera en postemporada) con un 12 de 12 en tiros de campo, o lo que es lo mismo, igualando el mayor número de tiros en playoffs sin fallo que ostentaba hasta ahora en solitario Larry McNeill (1975). Junto a él, Eric Gordon y Lou Williams se fueron hasta los 18.

Y sin Westbrook…

La dependencia de OKC con su estrella es enorme. El base de los Thunder acabó con un diferencial de +14; es decir, en los aproximadamente 10 minutos que descansó el parcial fue desfavorable a su equipo por un contundente 26-8. Solo Steven Adams (18 puntos) y Victor Oladipo (15 puntos) le brindaron cierta ayuda en ataque.

Aun luchando contra todos, que Westbrook acabase ganando el partido por cuenta propia era factible. Con lo que no contaban tanto él como Billy Donovan era con que Mike D’Antoni pusiese en práctica el ‘Hack-a-Roberson’. No le faltaba razón al técnico de los Rockets. Andre Robertson acabaría con un doloroso 2 de 12 en tiros libres. Eso sí, el partido no se decidiría por su culpa.

Caos final

Con el encuentro en un apretado 103-106 a falta de 1:28 para el final, Harden dejó su momento de clase con un canastón sobre Oladipo, acción que le hacía acabar con una tarjeta de 16 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias. Tras ello, Adams fue a la línea de tiros libres, metió el primero y falló el segundo queriendo para coger su propio rebote y dársela a Westbrook, quien clavaba un triple desde nueve metros. Estaban a uno, pero incomprensiblemente no hicieron falta rápida y recibieron el dos más uno Nene, –quién si no–. Aún hubo tiempo para un palmeo de Abrines y un casi robo de Westbrook, pero la suerte estaba echada. Los Rockets vuelven ahora a Houston pudiendo sentenciar.


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